Después de unas largas negociaciones, se aprueba un registro de datos de pasajeros para impedir atentados terroristas y delitos graves.

En la terminal de llegadas: compartir los datos de pasajeros aéreos

https://api.multimedia.europarl.europa.eu/documents/20125/17050364/n005-160413-002-es.srt

Han hecho falta cinco años, pero una  de las directivas más polémicas de la UE,

el Registro de Nombres de Pasajeros,  o PNR,

se acerca a la recta final  de su larga carrera por el Parlamento.

Hemos creado una directiva  que, a mi juicio, salvará vidas,

protegerá derechos, atrapará criminales y  hará que Europa sea un lugar más seguro.

El objetivo del PNR es recabar  los datos básicos de los pasajeros:

para luchar contra el terrorismo  y otros delitos, como la trata.

Pueden almacenarse durante cinco años,  pero a los seis meses deben anonimizarse.

Según sus defensores,  la protección de datos es segura.

El PNR no es un instrumento  de vigilancia masiva indiscriminada.

El PNR es una herramienta selectiva  enmarcada en procedimientos estrictos.

Una vigilancia masiva injustificada, sin  diferenciar las distintas zonas geográficas

ni los periodos de tiempo, no se ajusta  a la Carta de Derechos Fundamentales.

Debemos confesar que las presiones  externas han sido enormes,

que a menudo el debate  ha estado vacío de contenido real,

que el lobby ha sido agresivo  y a veces inmoral,

y que se han producido  muchos ataques ad hominem.

Pero aún está por ver  si conseguiremos la seguridad

de la que todo el mundo habla  o si se trata de una falsa seguridad.

Los eurodiputados encargados del PNR  afirman que ya ha demostrado su valor.

En los últimos cinco años,  las cosas han cambiado mucho.

por su intención de cometer  actos terroristas.

Tras los últimos atentados, muchos  eurodiputados lo esperan con entusiasmo.