Apenas un 2% de los trabajadores europeos viven y trabajan en otro país de la UE. Guy Demesme se convirtió en uno de ellos al dejar su Francia natal para trabajar en Bélgica. La barrera cultural y a menudo idiomática es uno de los mayores obstáculos a la

Reportero: ¿Se vive mejor en el extranjero?

https://api.multimedia.europarl.europa.eu/documents/20125/14539341/M003-0002-ES.srt

Los europeos no son precisamente   un ejemplo de movilidad laboral,

que es necesaria para la salud   económica del viejo continente.

Pocos europeos trabajan   en otro país de la UE.

Sólo el 2% de la población activa   europea trabaja en otro país de la UE.

La movilidad laboral es clave   y aporta competitividad a la economía.

En 2006, Guy, fotógrafo francés,   decide empezar de nuevo en Bélgica.

Dada la lejanía entre el sur de Francia   y su nuevo país de residencia,

vendió todas sus posesiones   para empezar una nueva aventura.

Tras dos años de incertidumbre   profesional optó por el autoempleo.

Nos dirigimos a la tienda   que compré hace dos años.

Tengo que dar la vuelta   a la manzana para aparcar.

Guy ha cambiado de profesión,   dejó la fotografía por esta tienda

A partir de cierta edad,   si no te llama nadie

Te pones a buscar   algo que funcione bien.

Eso lleva su tiempo,   cuando llegas a una ciudad,

tienes que averiguar   quién hace qué y cómo,

encontrar una buena idea   con la que estés a gusto.

El idioma, las diferencias culturales   y la familia frenan la movilidad laboral.

La elección del país   no fue difícil.

Bruselas era la candidata perfecta,   para empezar, por el idioma,

asusta menos que ir a Londres,   sobre todo si no hablas bien inglés.

O peor aún, a Ámsterdam,   que es una ciudad con encanto,

Según un estudio del eurobarómetro   sobre ciudadanos europeos,

daneses, suecos e irlandeses son los   que están más a favor de la movilidad.

Griegos, chipriotas y belgas   son los menos predispuestos.

En esta clase, 24 personas   están dispuestas a intentarlo.

y este curso les enseña a emprender   una carrera profesional en el extranjero.

Se trata de una iniciativa pública   para fomentar la movilidad internacional.

Intentamos que estas personas tengan   la oportunidad de trabajar fuera,

no solo los más cualificados,   también gente con menos estudios.

Porque supone abrirse al mundo,   aprender a ser independientes

Vuelven con mucha iniciativa   y son más independientes.

De aquí a 2013, la UE quiere que 50 000   adultos se formen en el extranjero

para que la movilidad   se convierta en una realidad

y para crear un verdadero   mercado laboral europeo.

Queda por ver si se destinarán   los recursos necesarios.