Dicen que somos lo que comemos, pero ¿cómo podemos saber qué contienen los alimentos que compramos?

De la A a la Z: Etiquetado de alimentos

https://api.multimedia.europarl.europa.eu/documents/20125/16455418/j002-0139-es.srt

¡Blink en conserva!  ¿Pero qué contiene?

¡A mí! Sin la información de la etiqueta,  no sabemos qué hay dentro.

Menos mal que tenemos la etiqueta  nutricional. Es una guía de salud.

Por ley, la industria debe informar  de la composición de los alimentos.

Pero nunca dice: "Esta comida  es poco saludable, escoja una mejor".

Por eso, la Unión Europea  impone normas estrictas de etiquetado.

Antes, la comida se preparaba  en casa con alimentos básicos.

Desde la llegada al mercado  de los alimentos procesados,

la gente intenta informarse  de lo que está comprando.

En la Unión Europea,  las leyes de etiquetado datan de 1978.

Estas leyes están en constante evolución.

Por ejemplo, la ley de información  nutricional se adoptó en 1990,

pero era opcional. El fabricante  solo debía incluir esa información

si publicitaba beneficios nutricionales.

En la UE, el etiquetado se está adaptando  a los retos actuales y de futuro.

Hoy, la forma en que se producen  los alimentos se ha vuelto compleja.

Los alimentos siguen un circuito,  desde el fabricante hasta el minorista.

La cadena de suministro y los mercados  nos ofrecen comida a precios bajos,

pero cada vez cuesta más saber  qué contienen los productos.

Necesitamos información clara,  comprensible y correcta

para que el contenido del empaquetado  y el texto sean idénticos.

El Parlamento Europeo quiere  reforzar las leyes de etiquetado.

El objetivo son etiquetas  más claras, comprensibles

y que ofrezcan  información nutricional precisa.

Los cambios son: información nutricional  obligatoria en los alimentos procesados;

el origen de la carne de cerdo,  oveja, cabra y aves de corral;

una indicación clara de los alérgenos  y una fácil lectura.

Los cambios se introducirán  en los próximos años

y se aplicarán  en todos los Estados miembros.

El sobrepeso y la obesidad  son un grave problema en la UE.

en la lucha contra la obesidad  y otras enfermedades alimentarias.

No es de extrañar que el Parlamento  se tome este asunto muy en serio.

Las etiquetas no nos dirán qué  debemos comer. Eso depende de nosotros.

Pero pueden informarnos  de los productos buenos y saludables.

¡Comprad con cabeza!  Leed las etiquetas.

Al fin y al cabo, ¡somos lo que comemos!  ¡Adiós!