Description
Seguimos desconfiando de las decisiones que toman los sistemas informáticos que utilizan el aprendizaje automático para mejorar dinámicamente su rendimiento, porque consideramos que carecen de la «perspectiva humana» y de la flexibilidad necesarias para tomar en consideración los matices propios de cada caso concreto. Por otra parte, al no tener malicia, los sistemas automatizados no ocultan sus sesgos. Por este motivo, quizás tomen decisiones más justas que las personas, siempre y cuando se basen en datos equilibrados.