Una conductora del metro, una bombera y una política: son mujeres desempeñando trabajos de hombre, pero ¿eso existe realmente? EPTV entrevista a mujeres que trabajan en ámbitos tradicionalmente masculinos.

La mujer en el trabajo: superando los prejuicios

https://api.multimedia.europarl.europa.eu/documents/20125/11986815/m006-0004-es.srt

¿El mundo laboral trata con igualdad  a hombres y mujeres?

Coincidiendo con  el Día Internacional de la Mujer,

dos de ellas desempeñan trabajos  "de hombre" y la otra es política.

donde hay más presencia de mujeres  en la publicidad que detrás del volante.

Próxima parada, Kennington,  fin del trayecto.

Tradicionalmente, es un trabajo  de hombres, porque antes era muy duro.

Había que levantar los enganches  y esas cosas.

Ahora, con la tecnología,  eso ya no es necesario.

Lo único que necesitas es saber mantener  la calma si sale algo mal,

y creo que es ahí donde la mayoría  de las personas entran en pánico.

Y eso no te lo puedes permitir  cuando llevas a 1000 pasajeros a bordo.

Debbie, de 49 años,  estudió informática,

pero empezó a conducir el metro  por sus hijos.

Tengo uno de nueve años, y encajar  los horarios del colegio y esas cosas...

El transporte público londinense  celebra 100 años de mujeres trabajadoras.

Sigue siendo inusual. La representación  de la mujer en el transporte londinense

Pero si miramos el aspecto  operacional del negocio,

las personas que conducen trenes,  que dirigen las estaciones,

hay unas 13 000 mujeres,  pero solo un 15% de representación.

La proporción es mucho menor  entre los bomberos de Bruselas:

Entrevistamos a una de ellas.  Es sargento en la central de Bruselas.

Todo el mundo temía la llegada  de una oficial mujer,

pensaban que me iba a comportar  como una princesa y a coger rabietas.

Todo ha ido bien, pero lo cierto  es que al principio hubo recelos

y ahora la gente se ha tranquilizado  y han cambiado sus prejuicios, etc.

El capitán del parque, de algún modo,  se oponía a su incorporación.

Hay cierto grado de machismo  y de competitividad entre nosotros.

A los más mayores les preocupaba  que esto debilitara su fuerza...

Pero la sargento  se consolidó con naturalidad

gracias a su rendimiento,  sobre todo en las prácticas.

Algunas prácticas son muy duras,  como esa de la escalera.

pero a veces tiene cinco,  es decir, un tramo más.

Tienes que estar tirada en el suelo  y después levantarla con un compañero.

Tuvo que pasar las mismas pruebas que  sus compañeros. Casi todas.

La UE estipula que no se puede pedir  lo mismo a hombres y mujeres,

lo cual, muy a menudo,  perjudica a las mujeres.

Yo creo que podría ser lo mismo  para hombres y mujeres.

Pero para cargar con personas y eso,  no tienen las mismas capacidades.

Depende de qué mujer sea,  igual que depende de qué bombero sea.

La sargento Wibin  debe pasar a la acción.

Nos han llamado  por un incendio en un piso,

donde parece que el sofá  ha entrado en llamas.

Unidad R58, estamos  volviendo al parque. Corto.

De vuelta en el parque, la sargento Wibin  conoce a la eurodiputada Marie Arena,

que ha venido a hablar de las llamadas  "profesiones masculinas".

Me costó que me aceptaran, y me sigue  costando ascender en la jerarquía.

¿Crees que la actitud hacia la mujer  es una cuestión de generación?

Los hombres más mayores son  más reticentes a que entren mujeres,

ya que durante toda su carrera,  los hombres representaban el 100%.

Está ligado al proceso social en general.  -Exacto.

Los bomberos son, quizás,  de los más lentos en ese proceso.

No, le aseguro  que en la política pasa lo mismo.

En el gobierno del que formé parte  yo era la única mujer

entre hombres de otra generación  que no querían aceptar mujeres.

Decían: "Esta jovencita está aquí  porque es mujer, por las cuotas".

Y una anécdota: cuando le conté a mi hijo  de siete años que iba a ser ministra,

dijo: "No, ese es un trabajo de hombres".  Me di cuenta de que debía reeducarlo.

15 años después,  Marie Arena es eurodiputada.

Viendo estas escaleras, uno piensa  que hay tantos hombres como mujeres,

pero eso no significa que haya igualdad.  -¿Qué quiere decir?

Quiero decir que a nivel político  queda mucho trabajo por hacer.

No hemos alcanzado el 50-50  en el Hemiciclo del Parlamento.

Muchas mujeres trabajan para políticos,  muchos de los asistentes son mujeres.

Hoy lleva puesto un pantalón de traje  para exponer un informe sobre comercio.

ha dicho sobre cambiar la actitud  para ganar credibilidad.

Aquí es parecido, ya que a veces  debemos adoptar una actitud más estricta.

Creo que debemos exponer argumentos  concretos, técnicos,

y evitar el enfoque sentimental  que a veces adoptamos.

Sin embargo, he presentado  documentos escritos

que detallaban una proyección  con un análisis completo

y algunos eurodiputados han contestado,  basándose en argumentos poco definidos,

que mis resultados no eran correctos.  Eso me parece muy curioso.

Con un 30% de mujeres  en el Parlamento,

nos acercamos a la igualdad,  aunque queda un largo camino por recorrer.