¿Por qué Gran Bretaña, sobre todo la prensa británica, es tan hostil a todo lo europeo? EuroparlTV cruza el Canal de la Mancha en busca de respuestas.

Reportero: Euroescepticismo en el Reino Unido

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Gran Bretaña, famosa por su té, su realeza  y su desagrado por todo lo tocante a la UE.

Fuimos a Londres a investigar por qué  tiene la reputación de euroescéptica

y por qué se muestra tan hostil  hacia sus primos continentales.

Inglaterra no es muy entusiasta.  Quiere las ventajas de Europa,

pero no quiere sufrir los inconvenientes.

Nos tiene que importar. Todos estamos...

La gran mayoría en este país  es total y completamente antieuropea.

Yo sigo con lo mío,  pongo mi granito de arena.

¿Y que Europa siga con lo suyo?  -Yo me como mi pollo.

hay opiniones de todo tipo  sobre Europa y sobre cómo se presenta.

Nosotros hablamos  con un exencargado de prensa,

un profesor y con periodistas  proeuropeos y antieuropeos,

cada uno con su definición  del euroescepticismo británico.

El escepticismo  es la esencia del periodismo británico.

Desde la década de 1980,  nos han endosado este término,

que engloba  todo un abanico de fenómenos,

desde la eurofobia declarada, pasando  por la hostilidad a la integración europea,

Son casi xenófobos.  No les gusta nada que no sea británico.

Algunas personas  se consideran eurorrealistas.

Euroescepticismo significa otra cosa  en las instituciones europeas.

Se refiere a las personas que les critican  y que son euroescépticos o populistas.

En la década de 1970, Gran Bretaña votó  a favor de entrar en la Comunidad Europea.

36 años más tarde,  la prensa y los conservadores

piden un referendo  sobre la pertenencia a la UE.

La crisis actual desempeña un papel,  pero muchos culpan a los medios.

La tradición periodística británica  nació Fleet Street.

El otro día hablé con un gran periodista  de investigación estadounidense.

Me preguntó: '¿Para qué sirve la prensa?  Estamos aquí para crear problemas'.

Esto forma parte de la tradición británica.

La pluma es más poderosa que la espada.  La de los británicos está afilada.

Llevo nueve años en Bruselas.  Llevo cinco con The Telegraph.

Conozco bien las instituciones.  Puedo ponerme pedante si quiero.

Los periodistas británicos  son más agresivos,

La gente tiene esta opinión de nosotros,  no somos muy respetuosos

con 'Monsieur le Président' o cualquier otro.

Con 10 diarios nacionales  y multitud de periódicos regionales,

La popular prensa amarilla  es responsable de muchas euroleyendas.

La Comisión tiene una lista  que se remonta a 1990.

Tener a corresponsales  en el extranjero es caro.

La prensa amarilla  no cree que Bruselas valga la pena,

Los periodistas quieren vender,  así que exageran las noticias,

las retuercen,  con motivo, desde su punto de vista.

Abultan la noticia,  la distorsionan, la exageran,

añaden la carnaza que creen  que gustará a los redactores.

La noticia de los plátanos curvos  es fantástica para la prensa amarilla.

No puede echarse toda la culpa  al periodismo holgazán.

Cubrir las políticas de Medio Ambiente,  Economía y de Exteriores puede ser arduo.

Quizá sea uno de los motivos por los que  se cubren tan mal los asuntos europeos.

Los superhombres  y las supermujeres no abundan.

Para distinguir la FEEF de la PCSD  no basta con saber deletrear.

En las cumbres,  a menudo se simplifican las cosas.

Las cumbres suelen resumirse  en victorias o derrotas.

Es más interesante si se tratan  como una lucha o una posible derrota.

La última cumbre europea no se libró:  un tabloide usó una referencia bélica.

No se trata de informar que todo va bien.

al observar con ojo crítico  una institución que adquiere importancia.

continuamente titulares,  positivos o negativos, sobre Europa.

Según Oscar Wilde, hay solo una cosa  en el mundo peor que hablen de ti