Después de ser designado presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker expone las prioridades y compromisos de la UE para los próximos cuatro años, que se centrarán en la energía, el bienestar y la prosperidad.

Confirmación definitiva de Jean-Claude Juncker

https://api.multimedia.europarl.europa.eu/documents/20125/11830516/n001-140715-001-es.srt

Se anunciaba como un día histórico  para la democracia europea.

Jean-Claude Juncker, el "elegido",  pronunciaba su discurso final

antes de la votación secreta para nombrarle  oficialmente presidente de la Comisión.

es que la gente ha podido decidir  quién liderará Europa en el futuro.

Es un gran paso  para la democracia a nivel de la UE.

El ambiente en la Cámara ha sido cordial,  con muchos apretones de manos,

Juncker ha dado un discurso  pensado para la derecha y la izquierda,

prometiendo reindustrializar Europa  y dar trabajo a los desempleados.

Forma parte de lo que denomina  el sueño europeo,

pero un sueño que debe comprender  las dinámicas de esta comunidad.

Vamos a trabajar por la Comunidad.  Europa no puede construirse

contra la voluntad de los Estados  o las naciones.

También detalló los planes  para un mercado digital europeo

y una mayor seguridad energética.  Pero su mayor compromiso

es una inyección de 300 000 millones  para crecimiento e inversión.

Antes de llegar aquí, Juncker  ya tenía el apoyo de liberales y socialistas,

pero su discurso también  ha sido del agrado de otros.

Ha demostrado que entiende  los verdaderos retos,

y tiene claro qué dirección  quiere tomar.

No solo habla de más Europa,  sino de democracia versus Troika.

Uno de los grupos que no le han apoyado  es el de los Conservadores.

Me ha parecido un discurso típico  que intenta llegar

al máximo de ideologías posibles,  y eso es un poco arriesgado.

Los eurodiputados vuelven a la Cámara  para conocer el resultado.

Juncker sale elegido por mayoría,  ganando 422 votos.

Los apoyos proceden  del Partido Popular Europeo,

los liberales, los socialistas  y algunos verdes.

Pero los eurodiputados que deseaban  ver la marcha de Barroso

tendrán que esperar hasta  que se elija la nueva Comisión.