Puede que los precios asequibles de las entradas atraigan audiencias más grandes en EE. UU., pero los famosos festivales europeos hacen que nuestro prolífico cine sea el centro de las miradas cada año.

La pasión de Europa por el cine

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A los europeos les encanta el cine,  y también tenemos cine europeo.

Tres festivales europeos  de fama mundial

hacen que el cine sea  el centro de las miradas cada año:

la Berlinale, en Alemania,  el Festival de Cannes, en Francia;

El propio Parlamento Europeo  también concede un premio anual

a una película europea,  que se llama Premio Lux.

Después de India, la mayor parte  de las películas se producen en la UE.

En 2013, se realizó un total  de 1546 películas.

Otros grandes productores son  Nigeria, EE. UU. y China.

¿Y qué tamaño tiene nuestro público?

Si comparamos el número de entradas  vendidas en proporción a la población,

los estadounidenses  son los más cinéfilos.

Los indios van al cine la mitad de veces,  y los europeos un poco menos.

¡Puede que sea por el precio  de las entradas!

Para una sesión de tarde, los suecos  pagan un promedio de 11,20 euros.

En Dinamarca y Finlandia,  la media es de 10 euros.

Si quiere ver cine más barato,  vaya a Croacia, Rumanía o Lituania,

donde las entradas cuestan  4 euros o menos.

Y si no ha visto las mejores  películas europeas,

estas son las cinco mejores  de todos los tiempos:

"El bueno, el feo y el malo",  de Sergio Leone;

más recientemente, "El pianista",  de Roman Polanski;

y "La vida es bella",  de Roberto Benigni.