Charles Tannock expone sus argumentos y advierte de las desastrosas consecuencias de una anexión de Crimea. Guy Verhofstadt emplaza a Europa a tomar medidas contundentes.

Prueba de fuego en Crimea: ¿Irá Europa más allá de unas tímidas sanciones?

https://api.multimedia.europarl.europa.eu/documents/20125/16532031/n003-0285-es.srt

¿Europa puede hablar con una sola voz  en torno a la crisis de Ucrania?

Los tanques rusos siguen  en las calles de Crimea.

Los eurodiputados Charles Tannock,  de los conservadores reformistas,

y Guy Verhofstadt,  de los demócratas liberales,

nos acercan sus opiniones.  ¿Cuál es el futuro de Crimea?

Lo que necesitamos  es una actitud contundente

y una reacción contundente  desde la Unión Europea.

Actualmente, nos falta esa reacción  valiente de la UE.

Dejemos las cosas claras.  Si no tenemos valentía

para anunciar sanciones, incluyendo  sanciones económicas, a Rusia,

no hay duda de que Rusia se limitará  a incorporar a Crimea a su territorio.

Ucrania se acerca a Europa,  Rusia pierde.

justifica la invasión militar  de un país soberano y pacífico.

Nunca la ha querido.  Tiene un plan en mente

que es ocupar primero Crimea  y después la mitad de Ucrania.

¿Rusia puede justificar sus acciones  alegando el precedente kosovar?

Fue un caso diferente,  porque allí la población

quería crear un nuevo Estado,  un Estado independiente.

Se pregunta si quieren seguir  formando parte de Ucrania

o si quieren formar parte de Rusia,  de la Federación Rusa.

No estoy en contra de que  la población local

se exprese, elija  y tome una decisión sobre esto,

pero deben tomarse como base las normas  habituales, internacionales, democráticas.

Rusia solo permite la autodeterminación  cuando le conviene. En Chechenia, no.

¿Permitieron la autodeterminación  en Chechenia con un 90% a favor? No.

Utilizan esto como un pretexto  que no tiene bases legales

y se declaran custodios de las fronteras  de Ucrania, incluyendo Crimea.

No olvidemos que en 1991 hubo  un referendo en toda Ucrania

e incluso en Crimea hubo una mayoría  que pedía la independencia de Rusia.

Había más rusos viviendo allí que ahora.

Deben hacerse dos cosas. Primero,  una serie de sanciones económicas.

Por ejemplo, no permitir que llegue  dinero sucio de Rusia

para invertirse en la City de Londres,  en la industria alemana

o en propiedades inmobiliarias  en Francia o Italia.

Eso es lo primero, pero también prohibir  los visados, congelar activos, etc.

Lo segundo es desarrollar una política  energética común lo antes posible.

Rusia depende por completo de  la venta de gas en los mercados europeos.

Dependen de 100 000 millones  de dólares anuales.

Si eso se detiene o se reduce,  su economía se verá afectada.

Los rusos han elegido un mal momento.  Se está acabando el invierno.

Pronto, los americanos exportarán  gas de esquisto, si quieren.

Existen reservas  en Noruega, Catar, Argelia.

Los gasoductos pueden invertirse  a través de Eslovaquia, hacia Ucrania.

Si imponemos  sanciones económicas muy estrictas,

Europa pagará el precio.  Será difícil, pero puede hacerse.